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ToggleLa palabra “guanche” se suele aplicar sin distinción a los antiguos habitantes de las Islas Canarias. Sin embargo, su uso correcto sólo se refiere a los antiguos habitantes de la isla de Tenerife. Veamos quiénes eran los guanches, cómo vivían, cómo se organizaban socialmente,…
Origen de la palabra “guanche”
Etimológicamente, parece ser que proviene de la expresión «guan-achinech» («guan»=persona o descendientes de «Achinech»). Esta expresión se habría simplificado por el uso a la palabra “guanche”, sin embargo no hay unanimidad entre los historiadores especializados a respecto.
Características físicas de los guanches
Existían dos razas fundamentalmente:
- la cromañoide, de cara ancha y robusta, y cráneo alargado y estrecho
- y la mediterránea, de cara alta y delicada, y cráneo corto y ancho
Respecto a su estatura, no eran tan altos y corpulentos como mucha gente cree. Sí que había algunos altos, pero la gran mayoría eran de mediana estatura. En este sentido, hoy sabemos que los gomeros eran más pequeños que los de Tenerife y Gran Canaria, y los de Fuerteventura relativamente altos.
Organización política y social de la población guanche
Cuando fueron conquistadas, las Islas Canarias estaban gobernadas por uno o varios “reyes” o “príncipes” en cada isla. En Gran Canaria se llamaban Guanartemes y en Tenerife, Menceyes.
En cuanto a las leyes por las que se regían, eran particularmente diferentes en cada isla. Por ejemplo, en El Hierro le sacaban un ojo al que robaba por primera vez y el otro a la segunda. En Gran Canaria mataban al homicida y metían en la “cárcel” al que robaba. En Fuerteventura al criminal le escachaban la cabeza con una piedra. Tenerife tenía la singularidad de que no había pena de muerte. Sin embargo, castigaban severamente al ladrón y en especial al que faltara el respeto a las mujeres. Por otra parte, al homicida le quitaban todos sus bienes para indemnizar a los familiares y lo desterraban del menceyato. Y en la Palma no era castigado el hurto porque lo consideraban un arte.
Cómo y de qué vivían los guanches
Los guanches vivían principalmente en cuevas naturales o cabañas construidas de piedra con techo de hierba seca. Vestían con trajes (tamarcos) hechos de pieles de cabra u oveja. El calzado era también de pieles y como adornos tenían collares de cuentas de barro, de conchas marinas, de piedras y de hueso.
Se dedicaban mayoritariamente al pastoreo pero también a la agricultura de forma subsidiaria. Existía una clara división sexual del trabajo pues eran los hombres los que cosechaban cereales, cavando la tierra con cuernos de cabra. Las mujeres, por su parte, participaban en la siembra de cebada, trigo y habas depositando éstas el grano en la tierra y almacenándolo posteriormente en las cuevas.
Los únicos animales domésticos que tenían eran cabras, ovejas, cerdos y perros. Y hoy se sabe que de las cabras y ovejas, aparte de tomar su leche, queso o manteca, comían su carne.
Hacían gofio de cebada, trigo y habas. Estos cereales los tostaban en recipientes de barro y los trituraban en molinos de piedra. Además comían frutas incluyendo higos, miel de mocán, mariscos, dátiles, harina de raíces de helecho… Se sabe que también se alimentaban de pescado, que cogían con redes de junco o de palmera o con anzuelos hechos con astas de cabra.
Artesanía, utensilios y armas
En cuanto a la artesanía, sabían trabajar la cerámica y decorarla. Los recipientes de uso diario, los gánigos que usaban para ordeñar, para la leche, para guardar la manteca del ganado, para coger agua, almacenarla,… Los hacían de barro y a mano, pues no conocían la técnica del torno. Luego los secaban al sol y los calentaban sobre las brasas en “hornos” excavados en el suelo donde se quemaba leña en el fondo para que al quemarla tomara resistencia.
Entre los utensilios del hogar, además de la cerámica, tenían molinos, cuencos, peines de madera, zurrones de cabrito, bolsas de cuero, sacos de junco… Además usaban cuchillos de piedra de obsidiana, agujas de espinas o punzones de hueso para coser los cueros,… Los pastores, por su parte, usaban unas lanzas largas y bien pulidas para saltar barrancos y riscos. Como armas de guerra tenían varias dependiendo de la isla. El banot, que era una especie de jabalina, se usaba en Tenerife. En Gran Canaria usaban el magado y en La Palma la moca, además de las tabonas, que eran unas piedras cortantes.
Algunas fiestas y costumbres
En cuanto a las fiestas, la principal era el beñesmen, que tenía lugar cuando se recogía la cosecha de cereales y frutos en el verano. En él se combinaba la danza y el canto con concursos o desafíos de levantamiento de piedras, luchas, juego del palo, saltos con lanzas,…
Si se estaba en guerra, se acostumbraba hacer tregua mientras duraba.
Eran aficionados al canto y al baile, siendo sus cantares dolorosos y tristes, o amorosos o funestos, a los que llamaban endechas.
Para casarse bastaba la conformidad de ambos consortes. Para deshacer la unión era suficiente que cualquiera de ellos lo deseara, con la particularidad de que los hijos de ésta eran considerados ilegítimos y no los del nuevo matrimonio.