En lo profundo de la rica historia musical y cultural de las islas, se encuentra un instrumento que ha encantado a generaciones enteras con su mágica melodía: el timple. Un pequeño instrumento con un sonido tan poderoso que transporta a las vibrantes calles y pueblos de las islas y a sus acogedoras gentes. Aquí te desvelamos los misterios de este pequeño instrumento, su evolución a lo largo del tiempo y la forma en que ha dejado su huella en el corazón de la música canaria.
Orígenes del timple: un vínculo musical con el pasado canario
El timple es un instrumento musical de cuerda pulsada típico de las Islas Canarias. Cierto es que no es el instrumento canario más antiguo ni tampoco se toca en todas las islas, pero cuenta con una historia bastante arraigada en la cultura canaria.
En cuanto a su origen, se cree que el timple tiene sus raíces en la familia de laúdes del Barroco europeo, (al igual que otras pequeñas guitarrillas como el charango, el ukelele, el cavaquinho portugués o el cuatro venezolano), que se extendieron a lo largo del siglo XVIII adoptando un nombre para los más agudos: el Tiple. A lo largo del tiempo, los músicos canarios adecuaron el instrumento a su propio estilo y necesidades, dándole forma al timple tal como lo conocemos hoy en día, además de añadirle una “m”, pasando de ser “tiple” a “timple”.
Características del Timple: un instrumento pequeño pero poderoso
El timple es un instrumento de cuerda de tamaño reducido, similar a una guitarra pequeña. Tanto es así, que se toca de forma parecida a ésta, mediante rasgueo o punteo de sus cuerdas.
Por lo general cuenta con cinco aunque en algunas zonas de Tenerife se pueden encontrar algunos con cuatro cuerdas, lo que se debe más a que es más fácil de tocar y a la influencia de la emigración venezolana que a que el timple como tal sea construido con cuatro cuerdas.
Tamaño del timple
Generalmente, tiene una longitud de alrededor de 60 centímetros y cuenta con un cuerpo en forma de ocho que se divide en “caja”, en la que está el puente inferior, la tapa armónica y la boca, el mástil, en el que se encuentra el diapasón y los trastes y por último el “clavijero”, en el que se encuadran las clavijas.
El cuerpo
El cuerpo del timple suele estar hecho de madera de pino, mientras que el mástil puede ser de caoba o de otras maderas duras. Lo más usual es abeto blanco y pino para la caja, la morera negra o el sándalo para los laterales, el ébano para la tablilla y el naranjo para los adornos y el rosetón. Para las cejillas se solían usar huesos de vaca o camello aunque poco a poco estos materiales tradicionales han ido siendo sustituidos por sintéticos. Por su parte, los trastes son de metal.
Las cuerdas
En lo que se refiere a las cuerdas, inicialmente fueron de tripa de animal, luego pasaron a ser de tanza de pesca, que aún utilizan algunos luthiers, y hoy en día se han ido imponiendo progresivamente las de nylon para los timples manufacturados industrialmente.
La primera y la cuarta son las más agudas y suelen tener el mismo diámetro. La segunda y la quinta las más graves y también cuentan con el mismo diámetro. La tercera, es la más gruesa de las cinco y por tanto, la más grave.
El sonido
Una característica distintiva del timple es su sonido brillante y resonante. A pesar de su tamaño, este instrumento es capaz de producir tonos suaves y dulces que evocan la esencia de las Islas Canarias. Además, su facilidad de transporte y su versatilidad lo convierten en un compañero ideal para cualquier parranda, tenderete, romería o evento musical donde reine el folklore canario.
La Fabricación del timple: arte y pasión en cada detalle
La fabricación de un timple es todo un arte que requiere habilidad y dedicación. Los luthiers canarios, artesanos especializados en la construcción de instrumentos musicales, cuidan cada detalle para asegurar la calidad y el sonido del instrumento.
Fue en Lanzarote donde surgieron los primeros luthiers de timples. No es casualidad que empezara a denominarse en aquella isla como el “camellito sonoro” por la forma de su caja de resonancia, que semejaba a una joroba. Mención especial para Simón Morales Tavío al iniciar su fabricación sistemática durante la primera mitad del siglo XX.
El proceso de fabricación comienza seleccionando la madera adecuada para el cuerpo y el mástil. Después, se corta, se lija y se ensambla cuidadosamente cada pieza. El puente, las clavijas y el diapasón se instalan con precisión. Finalmente, se añaden las cuerdas y se ajusta la acción para obtener una altura de cuerdas cómoda.
Aprende a tocarlo y a saborear la magia de sus acordes
Como hemos dicho, el timple se toca con los dedos, utilizando punteo o rasgueo. Los músicos suelen usar la uña del dedo índice para puntear o rasgar las cuerdas y producir sonidos nítidos y distintivos. Además, se puede utilizar tanto como instrumento solista como para acompañar a otros instrumentos o voces. Aquí te dejamos un pequeño tutorial para que aprendas a tocarlo con Benito Cabrera, uno de las grandes figuras del timple en las islas…
El Timple: un tesoro musical de las islas
El timple es mucho más que un simple instrumento musical. Es un tesoro que encapsula la rica historia y la pasión musical de las Islas Canarias. A través de su sonido encantador y sus melodías cautivadoras, el timple nos transporta a un lugar lleno de tradición y autenticidad.
Si tienes la oportunidad de escuchar el dulce sonido de un timple o aprender a tocarlo, te sumergirás en la belleza y el espíritu de las Islas Canarias. Este pequeño instrumento es un verdadero tesoro que continúa resonando en el corazón de quienes lo escuchan y tocan.
Excelente material didáctico
Teniendo en cuenta que en Colombia tenemos un instrumento de características similares llamado Tiple y que se se considera el instrumento nacional y se interpreta sobretodo en la región andina de Colombia para tocar Bambucos, pasillos, guabinas y un sin número de aires folclóricos
Resulta interesante que nuestro tiple también toca aires de Son cubano así como veo la versatilidad de vuestro Timble
Muchas gracias desde la ciudad de Popayán en Colombia.
Muchas Gracias por su comentario Diego. Muy interesante la información que nos aporta…