Las islas Canarias, pueden presumir de una amplia y variada gama de playas a lo largo y ancho de sus costas. Playas, que por su cálida temperatura, puedes disfrutar todo el año. Y en Tenerife, la playa de Las Teresitas es un clásico de toda la vida. Y es que yo creo que todo el mundo, por lo menos de la zona norte de la isla, alguna vez ha parado por allí.
Una playa para el turismo y el pueblo
Es un arenal dorado que fue depositado por el ser humano sobre rocas y una pequeña franja de arena negra, es decir, es artificial. Tiene Las Teresitas esencia capitalina, pues a solo kilómetro y medio ya está uno en el centro neurálgico de Santa Cruz de Tenerife, capital de la provincia.
El lugar está dotado con todo lo necesario para pasar un día de playa cómodo y agradable. Algunas personas dicen que no hay mucha opción para comer, y a mí se me sale solo pensar que es una playa picnic. Y es que a su alrededor no hay edificaciones, lo que implica que casi el 90 por 100 de los usuarios vienen de otras poblaciones. Esto, lógicamente hace que todo el mundo generalmente lleve algo de comida, o como es normal, y ya que hay amplios estacionamientos, la mayoría de personal va pertrechado de bebida y comida de sobra, para pasar el día.
Qué más decirles que ya no esté escrito y fotografiado de este bello lugar. Lo elegí como personal homenaje porque el sitio permanece, casi, como hace cuarenta y cinco años, cuando le pusieron la primera arena.
Además, yo pienso, que el tiempo y esta playa son cómplices maravillosos de muchos felices momentos de vida, de muchos. Generaciones de familias han disfrutado del agua, el sol, la arena y la tranquilidad de este lugar, en un ambiente, un tanto turístico seguro, pero también un mucho familiar. Un saludo y Buena Vida.